Los microémbolos gaseosos y de partículas (GME) son efectos secundarios de la cirugía cardíaca que interfieren con la recuperación posoperatoria al causar disfunción endotelial y bloqueos vasculares. Las fuentes de GME durante la cirugía son múltiples y el bypass cardiopulmonar (CPB) contribuye a esta carga embólica. El cebado anterógrado hemático (HAR) es un procedimiento novedoso que combina los beneficios de las técnicas de cebado con medidas adicionales, siguiendo un procedimiento estandarizado para proporcionar una hemodilución reproducible de 300 ml. Para aclarar la seguridad de HAR en términos de entrega de carga embólica, se realizó un estudio prospectivo y controlado, mediante la aplicación de sondas Doppler al circuito extracorpóreo, para determinar el número y volumen de GME liberado durante la CEC. Se consideró para su evaluación una muestra de 115 pacientes (n = 115). Ambos grupos fueron manejados bajo normotermia estricta y condiciones clínicas y protocolos similares, recibiendo el mismo circuito abierto y minimizado. Diferencias significativas en el suministro de volumen de GME (grupo de control [GC] = 0,28 ml frente a HAR = 0,08 ml;p = 0,004) y exposición de alto volumen embólico (>1 ml) entre los grupos (GC = 30,36 % vs. HAR = 4,26 %; p = 0,001). La aplicación de HAR no representó un riesgo embólico adicional y proporcionó una reducción de cuatro veces en el volumen embólico administrado al paciente (coeficiente, 0,24; IC 95 %, 0,08–0,72; p = 0,01), lo que parece mejorar la eliminación de GME del oxigenador antes del inicio de la CEC.
0 comments: