¿Existe evidencia sobre el uso de la ECPR?

Las tasas de supervivencia con recuperación funcional tanto para el paro cardíaco intrahospitalario como extrahospitalario son notablemente bajas. La reanimación cardiopulmonar extracorpórea (ECPR, por sus siglas en inglés) está emergiendo como una modalidad para mejorar el pronóstico al aumentar la perfusión a los órganos terminales vitales utilizando la oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO, por sus siglas en inglés) durante la RCP convencional y estabilizando al paciente para las intervenciones destinadas a revertir la etiología de la arrestar. La implementación de este procedimiento emergente requiere una inversión sustancial en recursos, e incluso los programas ECPR más exitosos pueden, no obstante, sobrecargar a los sistemas de atención médica, los médicos, los pacientes y sus familias con pacientes insalvables apoyados por dispositivos extracorpóreos. Los estudios observacionales y no aleatorizados han demostrado repetidamente una asociación entre la ECPR y una mejor supervivencia, en comparación con la RCP convencional, para el paro cardíaco intrahospitalario en poblaciones seleccionadas de pacientes. Recientemente, los ensayos controlados aleatorios sugieren el beneficio de ECPR sobre la reanimación estándar, así como la viabilidad de realizar dichos ensayos, en el paro cardíaco extrahospitalario dentro de sistemas de atención médica altamente coordinados. La aplicación de estos datos a la práctica clínica debe hacerse con cautela, y es probable que los resultados varíen según el entorno y el sistema en el que se inicia la ECPR. ECPR presenta importantes desafíos éticos, incluido si debe considerarse una extensión de la RCP, en qué punto se convierte en una terapia de reemplazo de órganos sostenida y cómo abordar a los pacientes que no pueden recuperarse o que no pueden pasar a la terapia de reemplazo cardíaco. El impacto económico de ECPR varía según el sistema de salud y tiene el potencial de superar los recursos si se usa indiscriminadamente. Idealmente, los estudios deberían incluir evaluaciones económicas para informar a los sistemas de salud sobre los costos y beneficios de esta terapia.